Good Beer Hunting

Dia Del Juicio — Avalancha de Alegatos de Abuso Sexual en Instagram Genera Cuestionamientos Sobre Culpas, Inocencia y Vulnerabilidad Legal

Publicación del Instagram de Brienne Allan durante el momento en el que compartió historias de acoso sexual, agresión y más. Cortesía de Brienne Allan.

Publicación del Instagram de Brienne Allan durante el momento en el que compartió historias de acoso sexual, agresión y más. Cortesía de Brienne Allan.

Actualización 18/05: Jacob McKean, fundador y CEO de Modern Times Beer en San Diego, ha dimitido a su cargo con la compañía. El anuncio llegó luego de alegatos en contra de la cervecería—y en específico de McKean—compartidas en Instagram como parte de una avalancha de alegatos de gran escala del movimiento #MeToo sobre abusos y conductas inadecuadas dentro de la industria cervecera. Supuestamente Modern Times ha albergado un entorno de trabajo hostil para personas de color, y el empleado Derek Freese presuntamente hubo agarrado las partes privadas de una persona. Brewbound reportó el 18 de Mayo, que Freese había sido despedido. En un comunicado a su salida, McKean escribió, en parte: “Estoy renunciando a mi rol como CEO, y comenzaré formalmente la búsqueda de una posición de liderazgo en una nueva empresa. En función de navegarnos a través de este momento extremadamente difícil, necesitamos un liderazgo con la habilidad y experiencia para manejarlo de manera efectiva. Es el momento de un cambio.”

En la tarde del 11 de Mayo, Brienne Allan realizó una pregunta a través de sus historias de Instagram: ¿Han otras personas experimentado sexismo en la industria cervecera? Allan, gerente de producción en Notch Brewing en Salem, Massachusetts, no estaba preparada para el número y profundidad de respuestas que recibió, totalizando más de 800. Historias de mujeres en las que compartieron como se les menciónó que no eran lo suficientemente fuertes para levantar barriles, rápidamente se transformaron en alegatos de acoso sexual, racismo y agresión sexual. 

Luego que la misma Allan compartiera una historia que leía: “Shaun Hill [de Hill Farmstead Brewery] le dijo a su empleado que había preparado el sofá en su Airbnb para follarme luego del [festival de cervezas] Pils and Love dos años atrás,” las personas comenzaron a compartir historias que mencionaban nombres en la industria cervecera y/o las cervecerías donde trabajaban. (Hill compartió una declaración extensa a VinePair que lee, en parte: “Seguramente yo tengo una perspectiva distinta sobre lo que se ha compartido tanto abierta como anónimamente, pero lo que importa es la manera como cada persona lo ve.”) Otros cerveceros y propietarios, que incluyen a Søren Wagner de Dry & Bitter en Gørløse, Dinamarca y Jean Broillet IV de Tired Hands Brewing Company en Ardmore, Pennsylvania, también fueron mencionados en numerosas declaraciones; Wagner está en período sabático alejado de Dry & Bitter y Broillet ha renunciado temporalmente a Tired Hands. Alguien cuya identidad GBH no pudo verificar ha creado un documento que enlista las cervecerías mencionadas en las historias de Instagram de Allan.

“En el momento en el que lo mencioné [a Hill], abrió las compuertas de la represa, con numerosos alegatos de personas en contra de otras como, ‘Tu me hiciste esto a mi,’” Allan comenta a GBH. “Las personas se sintieron tan cómodas de contarme lo que querían porque vieron cuán anónimo era. Cosas como, ‘Este es mi trauma y me importa un bledo  quién lo conoce ahora.’”

Allan ha reunido estos textos anónimos en su mayoría en las historias destacadas de su cuenta de Instagram. Las historias varían desde anécdotas de avances no deseados y bromas basadas en el género a agresiones sexuales. En cuestión de días se convirtió en una de las mayores manifestaciones del movimiento #MeToo en la industria cervecera, y está lejos de terminar. 

“De pronto tenía 100 mensajes y sin importar cuantos respondiera continuaba habiendo más de 100 y no pude disminuir ese número desde entonces'', dice Allan. 

Si bien las historias compartidas por Allan han enviado ondas de choque a través de la industria, también la han colocado en territorio legal incierto. Dice que ha recibido amenazas de demandas legales por parte de individuos mencionados en las historias que compartió. Abrumada por la magnitud de las respuestas, Allan dice que está considerando la necesidad de “notificar” a sus supervisores en Notch Brewing para tomar tiempo para procesar estos eventos y evaluar sus vulnerabilidades emocionales y legales.

“Estoy en modo pánico todo el día,” comenta Allan. “No soy capaz de hacer nada.”

DISCUSIÓN O DIFAMACIÓN

El 16 de Mayo, la manager freelance de redes sociales Mikaelaa Crist creó una cuenta de GoFundMe para recaudar donaciones en pro de cubrir los costos asociados con cualquier defensa legal a la que deba someterse Allan como resultado de sus publicaciones. Allan dice que no pidió esto a Crist, y comenta también que probablemente no necesite el dinero pero que lo compartirá con mujeres que se expresaron ante ella, en el caso de ser demandadas como resultado de sus historias de Instagram. El GoFundMe ha recaudado más de $15.000 a la fecha 18 de Mayo.

Allan dice que no ha intentado verificar la veracidad de ninguna de las acusaciones que compartió. Comenta que algunas esposas de acusados en sus historias la han contactado y acusado de arruinar sus familias, y Noble Ale Works en Anaheim, California la amenazó con una demanda por difamación. 

“Digo, ‘Señores, no es mi responsabilidad,’ pero supongo que ahora lo es,” dice. “Cuando se comenzó a mencionar personas, ahí fue cuando supe que iba a salirse de control.”

Allan dice que a pesar de ver esto derivar en algo más allá de lo que puedo haber predicho, ha continuado debido al efecto positivo que el compartir estas historias ha tenido sobre los denunciantes. Para Allan, ha sido “liberador” para las sobrevivientes de abuso o acoso, haber sido finalmente escuchadas. “La gente está prestando atención,” comenta. 

Mientras que algunos individuos mencionados en testimonios compartidos con Allan sienten que han sido difamados, la realidad legal es una pregunta abierta. Para probar una difamación, un individuo necesitaría demostrar que los alegatos compartidos con Allan son falsos, y que hubo perjuicios como consecuencia de estas declaraciones. Los cargos por difamación son generalmente criminales, no civiles, así que de ser condenado el acusado puede enfrentar tiempo en prisión.

Bajo la Ley de Decencia en las Comunicaciones, específicamente en la sección 230, los usuarios y proveedores de servicios de internet están generalmente protegidos de alegatos de difamación cuando comparten o publican contenidos que han sido creados por un tercero. Esto de acuerdo con Michael K. Twersky, un abogado basado en Filadelfia, de la firma Fox Rothschild quien regularmente representa a la prensa, medios y compañías de internet en casos de difamación y similares. Si una persona retuitea o comparte una pieza de contenido difamatorio sin editarla significativamente, están generalmente protegidos de alegatos de difamación mientras no hayan creado el contenido. 

Pero, agrega, “Cualquiera que publique contenido difamatorio aún puede acarrear responsabilidad por tal contenido si ha sido creado por esa persona. Si el contenido abarca alegatos falsos que causen perjuicio, el creador puede ser responsable.”

Twersky no comentó sobre estos asuntos en el caso particular de Allan, pero es lógico asumir que cuando Allan compartió mensajes de otras personas, probablemente no acarree responsabilidad por difamación bajo las protecciones de la sección 230. Sin embargo, en las instancias de historias que ella misma compartió, hay un mayor potencial de acarrear responsabilidad. También existen definiciones vagas sobre lo que es considerado contenido original: Los precedentes apuntan a que editar contenido en extensión o claridad, no es considerado contenido original. Pero una vez que la persona comienza a agregar comentarios al contenido de un tercero, la línea es menos clara. (Twersky agrega también que sólo porque un caso de difamación no tenga mucho mérito, no significa que alguien no pueda presentarlo.) 

“He recibido numerosos mensajes y llamadas de cervecerías, tengo amigos llamándome, contándome sus versiones de las historias como si fuese yo quien los estuviera acusando,” dice Allan. “Básicamente le dije a todos de manera online hace dos días: Si hay una historia sobre ti aquí que no desees que sea pública, sólo hazme saber y la removeré.” 

Si ha recibido historias similares de distintas personas sobre alguien o alguna cervecería en particular sin embargo, las considera como “probablemente una maldita verdad” dice Allan. Dice que cree a las personas que alegan abuso, pero sería capaz de remover una historia porque la historia de ese sobreviviente ya ha sido publicada. Allan comenta que ha recibido peticiones de Oedipus Brewing en Amsterdam; Wiley Roots Brewing Company en Greeley, Colorado; y Birrificio Italiano en el norte de Italia, de remover historias. Incluso después de dar de baja una historia particular, dice, “10.000 personas ya la vieron y han tomado capturas de pantalla así que no va a desaparecer.”

DE INTERÉS PÚBLICO

Mucha de la ley sobre libelo y difamación depende de si el contenido supone una discusión de interés público, o asuntos privados, según Craig LaMay, profesor de derecho mediático y ética en la escuela de periodismo, medios y comunicación integrada de mercadeo de la Universidad Northwestern. Los temas de relevancia pública generalmente tienen más protección en contra de alegatos de difamación que los asuntos privados: Acusar al presidente de la nación de asesino en internet, por ejemplo, es legalmente menos peligroso que decir lo mismo sobre tu vecino, quien no es una figura pública. 

Esto es debido a que las figuras públicas generalmente deben demostrar que la persona que los difama actúa con “real alevosía'', un término legal que significa que el difamador conoce o tiene buenas razones para creer que sus afirmaciones son falsas, pero las publica igual. Esto esencialmente supone crear una mentira o saber que lo que escuchas es falso pero publicandolo como un hecho real. 

En Estados Unidos, el derecho ha definido el estándar de alevosía real como "una carga rigurosa, si no es que imposible de alcanzar en la mayoría de las circunstancias,” como la Corte Suprema de Pennsylvania elaboró en un fallo de 2007

No queda claro si los cerveceros mencionados en las historias que personas han compartido con Allan pueden considerarse figuras públicas. En algunos de los ejemplos más conocidos—quienes han aparecido en revistas, diarios, o en TV y son considerados íconos de la industria—la balanza puede inclinarse a favor de su estatus legal de figuras públicas, aunque es difícil decir con certeza. 

Que Allan haya compartido las historias de estas personas como consecuencia del movimiento #MeToo cobra también importancia legal. Leyes Anti-SLAPP (Demandas Públicas Contra Participación Pública) en muchos estados están diseñadas para evitar que se presenten demandas de carácter frívolo con intención de cancelar discusiones de interés público. Básicamente estas leyes—que no existen a nivel federal—previenen que personas demanden a otros para disuadirlos de expresarse de manera crítica sobre asuntos públicos. LaMay comenta que el movimiento #MeToo ha transformado conductas que previamente pueden haber sido consideradas privadas, a temas de interés público.

“La cuestión es: ¿Son estos asuntos públicos o son acciones privadas?” comenta LaMay sobre las historias compartidas con Allan. “Pienso que pueden perfectamente considerarse como un gran asunto público debido al movimiento #MeToo.”

Por ahora, Allan no ha recibido más que amenazas de demanda. No obstante ha escuchado de varios abogados, que una demanda de difamación en su contra tendría poco mérito. Algunos incluso le han ofrecido representarla gratis en el caso de una demanda en su contra.

CULPA Y RESPONSABILIDADES

La responsabilidad legal y la moral son, desde luego, dos terrenos completamente distintos. Y las consecuencias emocionales y psicológicas que han afectado a Allan la pasada semana, están exentas de cualquier cuestión legal. Ella dice que ningún resultado posible—legal o profesional—sobre los presuntos abusadores la haría realmente feliz. 

“Si bien estas personas se merecen lo que deberán enfrentar, no deseo que ninguno se sienta mal, independientemente de lo mal que hayan estado'', dice. “Así que definitivamente siento esta tremenda culpa, de exponer a personas en internet. Esa no fue mi intención de ninguna manera. Así que no pienso que nada positivo me suceda derivado de esto pero espero que algunas personas obtengan justicia por lo que les pasó.”

Allan dice que en casos en los que una persona o cervecería han sido mencionados de manera repetida por muchas personas, espera que haya consecuencias. Esta tensión—el deseo de compartir las historias de sobrevivientes, pero también la culpa por las repercusiones—podrían parecer contradictorias, pero las emociones humanas respecto al abuso son raramente blanco o negro. Allan es una parte de la industria que está exponiendo; sus amigos y colegas trabajan en algunas de esas cervecerías. Todo esto genera una disonancia. Resumiendo la semana pasada, ella la define como “traumática.” 

En adelante, espera conectar con las personas que compartieron historias sobre la misma cervecería o persona para “tratar de dilucidar toda la historia y qué acciones tomar sobre esa situación.” También planea encontrarse con los presidentes de varios departamentos  de la Master Brewers Association of the Americas (MBAA), porque al menos una persona alega haber sido agredida por un cervecero en una de las reuniones de la MBAA (esa historia compartida por Allan, también menciona al cervecero que subsecuentemente fue despedido de sus trabajo). 

Como Allan, otros grupos están aprovechando el momento para generar cambios. Estos incluyen a Crafted for All, una firma de consultoría y plataforma de desarrollo profesional que está planeando una hora libre en el horario laboral para discutir los hechos acaecidos esta semana, así como también Burum Collective, una red de la industria de la bebida en el Reino Unido que planea una reunión respecto a las noticias. 

Allan comenta que, aunque no pretendió crear un momento de manifestación para toda la industria, ha sido alentada por la gran mayoría de respuestas que ha recibido.

“Todos los mensajes de personas agradeciendome, y como estoy cambiando sus vidas para mejor… pareciera como si se convertiría en algo progresivo, y creo que lo es,” dice. “Pero creo que habrá muchas repercusiones también sobre personas que no lo merecen.”

Textos, Kate Bernot Language