Adrienne Heslin y Padraig Bric dejaron su chalet en el balneario italiano de Tropea para hacer un viaje corto de snorkeling a las afueras de la playa de la ciudad. Heslin usaba su tiempo para planificar sus proyectos artísticos. En enfoque de Bric era sobre la potencial renovación del pub y hostal de sus padres. Ocho años antes, su hijo Hugo había sufrido del síndrome de muerte súbita infantil, falleciendo durante la noche mientras reposaba entre sus padres en la cama. Estas vacaciones eran para pensar acerca del futuro.
Bric era un nadador nervioso, y la pareja se adentró en las aguas turquesa alrededor de los blancos arrecifes en el Golfo de Santa Eufemia, situado en la costa del Mar Tirreno. Bric pidió a Heslin si podía tener un tiempo a solas, a un metro y medio de la orilla, para practicar por si solo, así que Heslin salió del agua para tomar una ducha. Unos momentos después, ella escuchó una conmoción detrás mientras gente gritaba y se reunía, en su retorno a la playa, Heslin vió como un salvavidas trataba de resucitar a su esposo soplando sobre su boca y golpeando su pecho. Aproximadamente a las 4:15 p.m.del 6 de Octubre de, 2001, Padraig Bric fue pronunciado muerto en un hospital local.
Luego de cinco días de coordinar formalidades con las autoridades italianas y tratando de comunicarse con familiares en Irlanda, Heslin piso los arribos del aeropuerto de Cork. Su equipaje pudo ser recolectado del carrusel de valijas pero el de su pareja—sobre el que insistió venía en el mismo vuelo—no pudo ser recolectado. “¿A dónde me dirijo para reclamar un ataúd?” preguntó a uno de los asistentes de vuelo.
Norah, la madre de Heslin había estado cuidando a Maude, su nieta de 5 años durante sus vacaciones, y fue la persona encargada de decirle que su padre no regresaría a casa.
Su hogar se encontraba en Ballyferriter (Baile an Fheirtéaraigh en irlandés), una villa rural Gaeltacht al oeste de la península de Dingle en el condado de Kerry, donde Heslin había vivido desde 1992. Ella había pasado el verano de 1989 trabajando en Dingle luego de completar sus estudios, y había generado un amor por el área que decidió quedarse, conociendo a un joven poco tiempo después. Durante ocho años, para poder ser independientes, Heslin y Bric vivieron en una casa rodante en el jardín adyacente al pub tradicional de la familia de Bric.
De acuerdo al censo oficial, 150 de las 200 personas que vivían en Ballyferriter hablaban el idioma irlandés a diario, y mientras la mayoría también hablaba Inglés, estaba enmarcado en el léxico de su madre lengua poéticamente cadenciosa. La belleza cinemática del lugar había sido mostrada en pantalla en el drama romántico de 1970 Ryan’s Daughter, así como en la película de aventura épica de Tom Cruise Far and Away en 1992, pero la naturaleza salvaje del paisaje no habría parecido fuera de lugar en alguna película de ciencia ficción. Aislada por la topografía y su distancia de grandes centros urbanos de Killarney y Tralee, Ballyferriter experimentó largos y duros inviernos, exacerbados por la carencia de ingresos o actividad de familias turistas y exploradores. La familia de Heslin se encontraba a 297 kilómetros de distancia en Dublín.
El gran pub de carretera, con su fachada verde desgastada era llamado Tig Bhric: “La Casa de Bric” en Inglés. Tig Bhric se mantuvo al lado de un pequeño camino de una sola vía que conducía a Wine Strand, un tramo de playa azotado por el viento animado sólo por relucientes rocas negras y ondeantes pastos marinos. Fue construído originalmente en la década de 1890 y había sido pasado al tatarabuelo de Padraig Bric a través de la familia.
Heslin no se había involucrado en la gerencia del bar, y solo trabajaba en la cocina durante la temporada alta. Con 38 años en aquel momento, ella usaba vestidos coloridos y joyería hecha a mano y un mechón blanco en su cabello ondulado. Ahora madre viuda con una hija a cargo y a cargo de un negocio en dificultades, Heslin—con la ayuda de Paul Lynch, primo de Bric—se convirtió en propietaria.
Representantes de Allied Irish Bank, en un momento en el que los bancos irlandeses estaban siendo sometidos a un intenso escrutinio derivado de una recesión económica, comenzaron a hacer llamadas al pub. Heslin y Bric no se habían casado. Como Bric había fallecido sin dejar testamento, la deuda comercial existente del negocio sería transferida a la hija de la pareja, Maude Bric Heslin, en su cumpleaños número 18. “El banco se estaba dirigiendo a mí como si fuese un prestamista individual en lugar de la administradora del patrimonio de un hombre muerto,” comenta Heslin.
Algo que heredó Heslin fue la valiosa licencia de venta de licores, un activo codiciado en un país en el que la cultura de bares ha sido una parte integral de la psique nacional, particularmente en áreas rurales donde los pubs son puntos focales de actividad comunitaria. Habiéndose graduado en 1986 con un título de la Universidad de Mercadeo y Diseño (ahora el Dublin Institute of Technology), y siendo inspirada por el comercio en herrería de su tatarabuelo Hugh McCabe, Heslin operaba un estudio de metalurgia en la parte trasera del pub, lo que le dió un lugar para esculpir esculturas a partir de acero blando. Con la cerveza y el arte en la parte frontal de su cabeza, dió con una idea.
Heslin pidió nombres de personas experimentadas en la industria cervecera irlandesa y continuaron reluciendo los mismos: Oliver Hughes y Peter Mosley de Porterhouse Brewing Company; el consultor de cervecerías independiente Brendan Dobbin; y Cuilan Loughnane, a cargo en aquel momento del brewpub Messrs Maguire en Dublín.
Como uno de los cerveceros más experimentados de Ireland, Loughnane recibió llamadas regulares pidiendo consejos de cerveceros ingenuos y empresarios cínicos. Cuando respondió la llamada de Heslin y accedió a conversar, ella saltó en su auto e hizo el viaje de cuatro horas a Templemore en el condado Tipperary donde Loughnane—con su cabello colorado y penetrantes ojos azules y su lóbulo derecho perforado—hacía una jarra de té y gesticuló para que se sentara en la mesa de la cocina
“Abrir una cervecería es como comprar un caballo,” comenzó Loughnane. “¿Que quieres que haga el caballo? ¿Quieres que luzca hermoso? ¿Quieres que corra en Cheltenham? ¿Quieres que are la tierra? ¿Cual es la visión de tu cervecería?” Él explicó lo difícil que era fabricar cerveza, y cuán desafiante ha sido la inmadurez del mercado en Irlanda. Cuando Heslin abandonó la casa de Loughnane para volver a Ballyferriter aquella noche, Loughnane pensó que no la vería nunca mas.
Una madre solar, recientemente viuda y absorta en una deuda considerable, Heslin tenía una opción: vender el pub, abandonar Ballyferriter y junto a su hija, mudarse de vuelta a Dublín con su familia; o embarcarse en el intenso negocio en tiempo y capital de producir y vender cerveza en un mercado complicado en una de las partes más aisladas de Irlanda, y usar el pub para dar un vuelco a su vida.
Ella se decidió por la última. Heslin convenció a su amigo dueño de bar en Ballyferriter Dónal Kane de Kane’s Bar de invertir €20,000, dinero que logró juntar de cualquier fuente que pudo encontrar, para financiar un pequeño bloque de cocción. Cuando Heslin abrió su cervecería, era la única en todo el condado de Kerry.
Beoir Chorca Dhuibhne oficialmente inauguró en 2008. El nombre de la cervecería se traduce del irlandés como “Cerveza de la Península de Dingle” pero era conocida en el idioma inglés simplemente como West Kerry Brewery.
Ella hizo todo esto sin siquiera haber hecho una cerveza nunca en toda su vida.
El Sábado 13 de Septiembre de 2008, el equipo de West Kerry Brewery saltó entusiasmado al auto para asistir a su primer festival de cerveza, el SeptemberFest de dos días, organizado por la directiva Irlandesa de alimentos, Bord Bia. El evento se llevó a cabo en la histórica Farmleigh House al noroeste de Dublín, Una propiedad del siglo 18 con galerías de arte, una granja en funcionamiento y una biblioteca Eduardiana.
Las persistentes llamada de Heslin a Cuilan Loughnane le habían demostrado que ella tenía una oportunidad única en su pub, y que era seria sobre hacer esto bien. El comenzó a presentarla con sus proveedores de lúpulos y malta. El consultor cervecero Brendan Dobbin armó un bloque de cocción de 800 litros para ella, uno que tomaba agua de un pozo a 5 metros de profundidad. Dobbin también le aseguró una levadura de la casa proveniente de un banco de levaduras que había establecido en su larga carrera en la industria, una cepa con las características de una levadura de orígen inglés,: atenuación media, alta floculación, un una expresión sutil de ésteres.
En la valija del auto, Adrienne Heslin, Dónal Kane, y Paul Lynch había gentilmente colocado los resultados de su primera cerveza: un solo barril de su Golden Ale, Béal Bán.
“Abrir una cervecería es como comprar un caballo. ¿Que quieres que haga el caballo? ¿Quieres que luzca hermoso? ¿Quieres que corra en Cheltenham? ¿Quieres que are la tierra?”
Cuando llegaron al festival para armar su lugar, vieron otros cerveceros descargando vans con parafernalia de mercadeo, sistemas de servicio complejos y pallets de barriles y botellas. Heslin se ruborizó mientras el equipo de West Kerry team descargaba su único barril y un sistema manual de servicio por gravedad. No les tomó mucho tiempo terminar el barril y comenzaron a caminar por los alrededores del festival apenados, tratando de encontrar otros cerveceros con quienes conversar los próximos dos días.
Durante una breve conversación con Peter Mosley y Oliver Hughes de Porterhouse Brewing Company, Heslin aprendió casi tanto sobre producción y negocios que lo que había aprendido en los meses en los que estuvo al frente de la cervecería. Originario de Inglaterra, Mosley era un cervecero experimentado y director de producción, y había establecido la reputación de Porterhouse con cervezas audaces y llenas de sabor.
Su socio comercial, Oliver Hughes, era un vívido personaje con un perspicaz sentido de negocios y una voz fuerte. Su anterior carrera como abogado lo había equipado con habilidades como cuentista. Hughes había dirigido la primera camada de pequeñas cervecerías irlandesas independientes, poniendo en marcha Porterhouse junto a Liam LaHart en 1996 como brewpub en Temple Bar, Dublín, inspirado en parte por la cadena de brewpubs Firkin que operaron en Inglaterra entre las décadas de 1980 y 1990.
Hughes tampoco estuvo lejos de la controversia, e hizo campaña a favor del Birmingham Six y Guildford Four, grupos que condenaron erróneamente a irlandeses en el sistema judicial Británico; también se vió envuelto en disputas legales con Anheuser-Busch y Carlsberg cuando Porterhouse lanzó una cerveza de trigo llamada Weiserbuddy y una Lager apodada Probably. John Duffy, delegado irlandés de la European Beer Consumers Union y quien escribe en The Beer Nut, describe a Hughes como “Uno de los padrinos de la cerveza artesanal Irlandesa.”
Aunque no estuvo al tanto hasta después del hecho, el tiempo de Heslin en inaugurar una cervecería no pudo haber sido más apropiado. En 2005, el ministro de finanzas, Brian Cowen, había introducido una rebaja de impuestos para cervecerías que produjeran menos de 20.000 hectolitros (17.000 barriles U.S.) de cerveza ala año. West Kerry Brewery calificaba fácilmente. también era parte de lo que Caroline Hennessy y Kristin Jensen describieron en su libro, Sláinte, como la “segunda generación” de cervecerías irlandesas. “Luego de los pioneros llegaron los fundadores,” escribieron.
Oliver Hughes y Peter Mosley se encontraron en el condado de Kerry para la apertura de su nuevo proyecto en 2012, una destilería en la ciudad de Dingle la cual produciría whiskey, gin, y vodka. Decidieron hacer un tour por el área, y tomar el camino Slea Head alrededor de la península de Dingle. Cuando pasaron por Tig Bhric en Ballyferriter, recordaron su conversación con Heslin en Farmleigh en 2008, y decidieron entrar por una cerveza.
Aunque el Porterhouse es una cervecería mucho más grande que West Kerry Brewery, Mosley y Hughes se identificaron con el entusiasmo de Heslin por la cerveza; su pasión por crear algo local; y su promoción de productos irlandeses independientes. “Sus valores hicieron eco con los nuestros,” dice Mosley. “Estábamos impresionados con el bar, impresionados con las cervezas e impresionados con Adrienne.”
Mosley sugirió algunos cambios técnicos que podía hacer al perfil de su agua, así como mejoras a la higiene de la cervecería que impulsarían la calidad de sus cervezas. Hughes aconsejó a Heslin en enfocarse en el mercado local, y accedió a conectarla con sus bares en Dingle. También prometió presentar sus cervezas a la compañía hermana de Porterhouse, un importador y distribuidor de cervezas llamado Grand Cru, basado en Dublín.
Heslin se abocó a la comunidad cervecera de Irlanda, y se unió al Independent Craft Brewers of Ireland (ICBI). Las reuniones del ICBI se celebraban cada tantos meses, mayormente para discutir para discutir el surgimiento de la ley de licores intoxicantes (para cervecerías y destilerías), conocida coloquialmente entre cerveceros como la “ley del taproom.” La organización también avanzó en un proyecto para crear un sello de independencia para cerveceros en Irlanda.
Loughnane describe a Heslin como una “atípica” quien mantuvo al comité “enfocado en la visión general cuando se pierde en la semántica,” Si bien Rick LeVert de Kinnegar Brewing dice que trajo “una perspectiva externa al grupo.” Elisabeth Ryan, coordinadora del ICBI, dice que Heslin fue “una de las personas más apasionadas en la organización,” y “una de las más generosas en términos de la promoción de la cerveza irlandesa.”
Siguiendo la introducción de Hughes, West Kerry Brewery también comenzó a trabajar con Grand Cru, la compañía nacional de distribución. “Ahí casi que estás terminando frases por ellos,” dice Phil Tavey de Grand Cru. “Cuando ordeno cerveza, no necesariamente aterriza donde debe aterrizar. Estando en Dublín nos acostumbramos a que las cosas se muevan a cierto paso. El tiempo es dinero. Cuando estás en Ballyferriter, es un animal diferente.”
“Pensé que si podía vender el bar, podría saldar la deuda con el banco, solo quería liberarnos.”
En 2014, Heslin fue contactada por una cervecería americana para ver si West Kerry Brewery estaría interesada en una “permuta de receta transatlántica.” Jay y Lori Wince de Weasel Boy Brewing Company en Ohio estuvieron viajando por el suroeste de Irlanda los dos años anteriores, confundidos por los nombres de lugares en las señalizaciones, se encontraron con Tig Bhric. “Definitivamente no luce como suena,” dijo Jay Wince sobre el acento irlandés. “Muchos lugares en Irlanda se sienten muy remotos porque lo que es considerado un pueblo chico en Ohio es una ciudad más grande en Irlanda.”
Los Wince retornaron a casa, inspirados con lo que habían visto en West Kerry Brewery, especialmente las esculturas metálicas de Heslin, las cuales se erguían en su taller y se desplegaban en su jardín. “Tenemos una fuerte comunidad artística en Ohio,” dice Lori Wince, “así que luego de ese viaje decidimos mostrar el trabajo de artistas locales en un espacio de galería en nuestra cervecería.”
Weasel Boy quería fabricar la Riasc Red de West Kerry Brewery, bautizada en honor a un pueblo local y cayendo en estilo entre una Bitter británica un una Irish Red Ale, aunque Heslin también agrega algunas hierbas de su jardín a esta receta. Los Wince sugirieron que Heslin fabricara Bitter Sable, su Imperial American Black IPA de 8.2%. Esta sería la primera IPA que fabricase Heslin , la de más alta graduación alcohólica que intentaría hacer, y la primera vez en usar lúpulos del nuevo mundos—en este caso, Summit, Centennial, Amarillo, y Cascade.
La interpretación de Weasel Boy era motivada en parte por la habilidad de poder asegurar las maltas que Heslin usaba provenientes de una maltería inglesa, que producían una cerveza con un carácter agradable a caramelo, frutos secos y chocolate amargo, y un final seco. Luego de buscar durante semanas lúpulos de Yakima, Heslin produjo una versión de Bitter Sable que era un poco más maltosa que la original de Weasel Boy, y la cual, para la mayoría de los consumidores locales se sentía más cerca de una Stout británica del siglo 19 o Brown Ale, más que una IPA. “Hay mucho de olde sweete shoppe en su aroma: caramelos humbugs y regaliz,” escribió John Duffy en su blog, The Beer Nut. “No sabe como una American black IPA. Sabe como una muy buena porter, todo frutas pasas, torta de navidad y un chocolate oscuro.”
Daniel O’Connor, nativo de Melbourne—un cervecero casero espigado con un corte mohawk gris y un bigote de manubrio—trabajó en Australia como coordinador de producción para compañías asociadas a grandes plantas de manufactura en China. El rol requería conocimiento en ingeniería, un enfoque en control de calidad, y habilidades de planificación y organización. En Octubre de 2013, O’Connor y su esposa irlandesa, Leonie Hurley, decidieron mudarse de vuelta a Irlanda, encontrando un lugar para vivir en Dingle en el condado Nativo de Hurley. Enfrentándose al próximo invierno en el Kerry rural, O’Connor se postuló a varias trabajos, cuya totalidad fueron ignoradas.
En Marzo de 2014, O’Connor fundó lo que sería una pequeña cervecería en Ballyferriter, no lejos del lugar donde vivía en Dingle. Condujo a Tig Bhric entró al pub, pidiendo hablar con el dueño de la cervecería. Una mujer vestida de manera casual se acercó y luego de una breve conversación, en la que ella describió su complicada situación financiera, accedió dar a O’Connor una pasantía corta. Si funcionaba, Heslin consideraría ofrecerle un trabajo a tiempo completo en la cervecería. Ella necesitaba toda la ayuda que pudiese conseguir.
A pesar del par de manos adicional y su estatus en crecimiento, el negocio en Tig Bhric tenía complicaciones. Con la presión constante del Allied Irish Bank para cumplir con las obligaciones de la deuda de su hija Maude, La salud mental de Heslin se vió afectada. Oliver Hughes la animó a seguir luchando por la cervecería y el pub. “El me dió un sentido real de pertenencia durante mi depresión,” dice Heslin. “El me empoderó a entender mi valor.”
Heslin sin embargo aprendió, que una nueva cervecería abriría apenas a doce kilómetros de distancia. Otras cervecerías había abierto en el condado de Kerry desde que West Kerry Brewery se estableció—Crafty Divils, Kerry Brewing, Killarney Brewing, y Torc Brewing—pero estaban lo suficientemente lejos como para no competir con las líneas por las que había peleado en ese área. Ahora, Finn MacDonnell, propietario de cuarta generación del bien conocido Dick Mack’s Pub en Dingle, con su propia licencia de bar, instalaría un sistema de producción BrauKon desde Alemania en un antiguo edificio de piedras al lado de su pub.
Heslin decidió que vendería el pub. La presión financiera, el incremento en la competencia y asuntos de salud mental pudieron con ella; O’Connor se encontró prácticamente solo tratando de resolver todos los asuntos de la producción. “Pensé que si podía vender el bar, podría saldar la deuda con el banco,” dice Heslin. “Solo quería liberarnos.”
El 30 de Julio de 2016, Heslin recibió una llamada de Peter Mosley. Oliver Hughes—su mentor y amigo—había muerto de un ataque al corazón a la edad de 57.
Al terminar la llamada, Heslin caminó a la parte trasera del pub, pasando el estudio metalúrgico y la cervecería, hacia el muro de piedra de su jardín.
Al norte se posaba Triúr Deirféar—en español, Las Tres Hermanas—un trío de picos afilados (Binn Hanrai, Binn Meanach y Binn Diarmada) los cuales, a pesar del título colectivo, no destacaban nombres femeninos entre ellos. Al este del pub, Smerwick Harbour acariciaba un estrecho de tres kilómetros de arenas blancas que le habían dado el nombre a su primer cerveza, Béal Bán. Al oeste, el poderoso Atlántico era bordeado por acantilados rocosos, puntuado por pequeñas ensenadas y playas, ricas en folklore.
Al sur, cuatro kilómetros a través del Slea Head a Teeravane, se levanta Croagh Mháirtín, una montaña en Ballynahow Commons que definió la vista del jardín de Tig Bhric. Exactamente a mitad de camino entre el jardín trasero del pub y el pie de Croagh Mháirtín, Heslin había enterrado a su hijo Hugo luego de su muerte en 1993. Una de sus estatuas de metal se posaba a su lado,un obra de arte titulada “Alas Cortadas” mostrando un torso femenino, una mujer sin brazos y sin piernas. Heslin no podía apartar su vista de la montaña, sus laderas enfilando hacia un pico triangular, cortando el horizonte: melancólico, oscuro, silente.
Cuilan Loughnane, opera ahora su propia cervecería, White Gypsy en Templemore, estaba de visita en Dingle junto a su esposa en el período luego que Daniel O’Connor se había unido a West Kerry Brewery, y sintió que sería poco educado estar tan cerca de Ballyferriter y no parar a saludar. Heslin lo saludó con calidez y le ofreció una cerveza. “Definitivamente la estaba disfrutando,” dice Loughnane, quien no había probado cervezas de West Kerry Brewery durante algunos años. Ordenó una Béal Bán, y escuchó a Heslin contarle sobre las mejoras que habían hecho en control de calidad, los consejos que había tomado de Peter Mosley, y su empleado a tiempo completo. “Recuerdo tomarla y pensar, ‘Diablos, cuan lejos ha llegado,’” comenta Loughnane. “No podía creerlo.”
Justo después de la llegada de Daniel O’Connor’, una nueva líenea de glicol había sido instalada en la cervecería, así como camisas de enfriamiento alrededor de cada tanque y un termómetro digital que realizaba lecturas precisas. Cuando O’Connor comenzó a trabajar en West Kerry, la cerveza era acondicionada lanzando un sinfín refrigerado dentro del fermentador, introduciendo el riesgo de contaminación y oxidación.
“Había mucho menos control al principio,” dice O’Connor. “Había grandes variaciones entre cada cerveza.” O’Connor se encontraba ahora en contacto constante con Peter Mosley, quien lo asistía en particular con problemas relacionados con el tratamiento del agua, manejo de levaduras e higiene. “Gracias a que Daniel era bastante abierto a recibir consultoría y ejecutar, hubo una transformación real de la cerveza,” dice Mosley. “La cerveza estaba ahora a años luz de lo que era antes.”
West Kerry Brewery también había agregado nuevos tanques y había incrementado la producción. Con cuentas locales aseguradas a través de la red de la destilería de Hughes y Mosley, la cerveza de mayor venta de West Kerry Brewery era ahora su Golden Ale, Béal Bán. la Red Ale de 5% de la cervecería, Cúl Dorcha (bautizada en honor a una playa local y que se traduce como “Esquina Oscura”) y su Porter de 6%, Carraig Dhubh (nombrada así por la “Roca Negra” visible desde Wine Strand) tenían más demanda en el mercado de Dublín.
La salud económica de Irlanda estaba mostrando síntomas de recuperación luego de la recesión entre 2008 y 2014. “Cayó un centavo,” dice Heslin. “Me dí cuenta que tenía un activo.” Heslin sacó el pub del mercado, eligiendo en su lugar agregar un hostel en la parte superior, y comprar las acciones en manos de Dónal Kane para convertirse en la única propietaria de West Kerry Brewery. El Allied Irish Bank acordó vender la obligación de deuda a un fondo privado de inversión, y Heslin esperaba negociar en nuevos términos con los nuevos prestamistas. “Mi cambio de actitud se basó en el estímulo recibido por colegas de la industria,” dice. “En este momento de negociaciones financieras, tengo mi autoestima. Eso es fundamental.”
El cambio de actitud de Heslin se extendió al equipo en el bar, el hostel y la cervecería.
En 2017, Tig Bhric entró a la lista del premio Pub del Año de la Vintners’ Federation of Ireland en la categoría de innovación, que premia a pubs que demuestran como la innovación ha mejorado sus negocios a través del mercadeo, renovación o la implementación de nuevos procesos. Ese mismo año, La Porter de West Kerry Brewery, Carraig Dhubh, estuvo entre las finalistas en el Blas na heireann Irish Food Awards.
Luego llegaron las masas. Lucasfilm Ltd. había filmado Star Wars: The Force Awakens en Skellig Islands, cerca de allí, pero por razones ambientales no pudieron asegurar los permisos para filmar la nueva franquicia en ese lugar. Atraídos por la impresionante calidad de los escenarios alrededor de Tig Bhric, los productores construyeron un monasterio del siglo 6to que abarcaba ocho colmenas de abejas en Ceann Sibéal dentro de Ballyferriter, trayendo hordas de aficionados de Star Wars: The Last Jedi al área—y al pub.
Tig Bhric también se convirtió en el escenario para el festival Other Voices, Ia serie de música en vivo de Irlanda, que fue filmado en espacio de tres días en Diciembre.
Finn McDonnell de Dick Mack’s pub, quien había experimentado un gran éxito en su primer año a cargo de la nueva cervecería en Kerry, decidió servir cervezas de West Kerry Brewery en las líneas del famoso pub familiar junto con sus propias cervezas. “Queremos apoyar lo local,” dice McDonnell.
Heslin invitó recientemente a un grupo de colegas cerveceros, así como a propietarios de bares de la Península de Dingle que vendían cervezas de West Kerry Brewery, a Ballyferriter para una fiesta en Tig Bhric. Rick LeVert y Libby Carton de Kinnegar Brewing manejaron durante siete horas desde Letterkenny hasta Ballyferriter. Peter Mosley viajó desde Dublín para la ocasión. Al entrar al pub, vieron sus propias cervezas siendo servidas en las líneas de Heslin; ella había ordenado un barril de cada una de las cervecerías participantes para esa noche.
Eventualmente, la discusión giró en torno a la marca de Heslin. La etiqueta frontal de todas las cervezas de West Kerry Brewery muestran una ilustración de las Montañas de las Tres Hermanas, una imagen que comunica de inmediato el orígen de la cerveza. La parte trasera de las botellas están estampadas con un misterioso gráfico triangular.
La historia de la etiqueta trasera no se encuentra en el sitio web de la cervecería, o en sus redes sociales, o en ningún artículo sobre la cervecería. Es una ilustración que la misma Heslin creó, un representación de Croagh Mháirtín. En el invierno de 2001,unas semanas después de regresar de Italia, y siete años antes de inaugurar su cervecería, Heslin escaló la montaña. En su cúspide, 1,322 pies sobre el nivel del mar, esparció las cenizas de su mejor amigo y pareja, Padraig Bric. “Eso no está escrito en ningún lugar en términos de marketing,” comenta Heslin, mientras sirve pintas detrás de la barra. “Pero significa mucho para mí.”
Textos + Fotos, Breandán Kearney
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